sábado, 30 de mayo de 2015

John Macarthur - Aborrecido sin causa I, II

Aborrecido sin causa (I, II)
Escrituras:
Juan 15:17-19

John MacArthur


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John MacArthur - Aborrecido sin causa, I y II

Esta mañana continuamos con nuestro estudio del capítulo 15 de Juan. Y quiero pedirle si abre su Biblia en Juan 15. El título de nuestro mensaje en esta mañana, si fuéramos a titularlo, sería Aborrecido sin Causa. Y tiene que ver con el antagonismo del mundo tanto hacia Jesús como hacia Sus discípulos. Ahora, me siento en un sentido como si me estuviera limitando a mí mismo porque realmente hay tanto en estos versículos como para pasar muchas, muchas semanas en ellos. Pero vamos a movernos un poco más rápido y tratar de cubrir varios versículos en esta mañana, quizás no diciendo algunas cosas que deberían ser dichas, pero diciendo otras cosas que creemos que el Espíritu de Dios nos ha dirigido a que digamos.

¿Qué es lo que nos parece extraño? por Luis Rodas

¿Qué es lo que nos parece extraño?



- A Abel lo mató su hermano por celos
- Los profetas fueron "apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados" (Hebreos 11:37)- De Jesús se dijo que tenía demonio, que blasfemaba, lo escupieron, golpearon, azotaron y crucificaron
- A Esteban lo apedrearon hasta morir
- A Jacobo lo mataron a espada
- A Pablo lo apedrearon hasta casi la muerte, sufrió varias veces azotes y cárceles, hasta que finalmente lo decapitaron
- Pedro fue crucificado al revés
- Mateo sufrió el martirio por espada en Etiopía
- Santiago (el hermano de Jesús) fue arrojado de una altura de más de 30 metros desde el pináculo sureste del templo, cuando se rehusó a negar su fe en Cristo. Cuando descubrieron que sobrevivió a la caída, sus enemigos lo golpearon con un garrote hasta matarlo
- Bartolomé después de haber sido azotado severamente por siete soldados, fue atado a una cruz con cuerdas para prolongar su agonía
- Tomás fue traspasado con una lanza en la India
- Matías fue apedreado y luego decapitado
- La Iglesia de los primeros siglos fue declarada: "strana et illícita" ("extraña e ilícita") en el decreto senatorial del año 35, "perniciosa" por Tácito, "prava et immódica" ("malvada y desenfrenada") por Plinio, "nova et maléfica" ("nueva y maléfica") por Suetonio, "tenebrosa et lucífuga" ("tenebrosa y enemiga de la luz") por Octavius de Minucio, "detestábilis" ("detestable") por Tácito; por eso fue excluida de la legalidad y perseguida, porque fue considerada el enemigo más peligroso del poder de Roma
- Los valdenses eran despeñados desde los alpes franceses e italianos
- John Wycliff fue declarado hereje, se quemaron sus libros y ya muerto se ordenó desenterrar su cuerpo para quemar sus huesos en señal de juicio y castigo
- John Huss fue muerto en la hoguera en 1415
- William Tyndale fue estrangulado y quemado en público
- John Bunyan fue encarcelado 12 años por la iglesia oficial de Inglaterra
- George Whitefield repetidas veces predicó en los campos porque las iglesias le habían cerrado las puertas. A veces ni los hoteles querían aceptarlo como huésped. En Basingstoke fue agredido a palos. En Staffordshire le tiraron terrones de tierra. En Moorfield destruyeron la mesa que le servía de púlpito y le arrojaron la basura de la feria. En Evesham las autoridades, antes de su sermón, lo amenazaron con prenderlo si predicaba. En Exeter, mientras predicada ante un auditorio de diez mil personas, fue apedreado de tal modo que llegó a pensar que le había llegado su hora y en otro lugar lo apedrearon nuevamente hasta dejarlo cubierto de sangre
- La congregación que había pastoreado muchos años expulsó a Jonathan Edwards por no querer doblegarse ante aquellos que querían vivir livianamente
- Charles Spurgeon en sus últimos 4 años de vida enfrentó el rechazo, menosprecio y difamación a tal punto de llegar a decir: "esto me está matando". A los pocos días de expresar esto murió en Francia.
Si algo sufrimos por Cristo nosotros, ¿qué es lo que nos parece extraño?... 1 Pedro 4:12-19




Luis Rodas
vía Gustavo Morel

viernes, 29 de mayo de 2015

¿Es Dios injusto por no permitir que todos se salven del infierno?, No, por Diego Armando


¿Es Dios injusto por no permitir que todos se salven del infierno?, NO, ¿Por qué?
por: Diego Armando 

Romanos 11:4-5 4
Mas ¿qué le dice la respuesta de Dios? He dejado para mí siete mil varones, que no han doblado las rodillas delante de Baal. 5Así también, aun en este tiempo ha quedado remanente por la elección de la gracia de Dios .

Romanos 9:15,16,18
15Mas a Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia, y me compadeceré del que me compadezca. 16Así que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 18De manera que del que quiere tiene misericordia; y al que quiere, endurece.
Salmos 7:11 
Dios es juez justo.

Todos, absolutamente todos los seres humanos nacidos y por nacer merecemos el infierno. 
Romanos 3:23 "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". 

Muchas personas al escuchar la doctrina de la predestinación creen, que Dios es injusto al salvar un remanente y permitir que los otros se extravíen. 
Romanos 11:5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente ESCOGIDO por gracia

Si nos hacemos las siguientes preguntas y contestamos con total sinceridad comprenderemos algo:

¿Quién merece el cielo?
¿Quién tiene ganado el cielo por sus buenas obras?
¿Quién podrá pagar alguna vez tan gran salvación haciendo las mejores obras en esta vida?

Nadie merece el cielo, ni aun por las buenas obras que hagamos, y nadie podrá pagar jamás tremenda salvación, acto que Solo Cristo pudo pagar.


En lo particular hay un versículo el cual me ha gustado desde niño, y podemos aprender muchísimo del ladrón que estaba siendo crucificado junto a Cristo.

Lucas 23:40-41 40Y respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun tú temes a Dios, estando en la misma condenación? 41Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos.


"¿Ni aun tú temes a Dios, estando en la misma condenación?"
Toda la humanidad, exactamente toda la raza humana que vive y vivió sin Cristo como Señor de sus vida, están condenados al infierno, no hay excepción de uno solo, Romanos 3:23 "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". Romanos 3: 10-11 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.


"Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos" 

Me resulta increíble la actitud del ladrón al aceptar su responsabilidad, él mientras moría en la cruz al lado de Nuestro Señor Jesucristo , nunca trató siquiera de justificarse a sí mismo, al decir "Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos".

En pocas palabras quiso decir: "Dios es justo en condenarnos". Cuando entendí por fin esos versículos, fue cuando entendí que El Señor Todopoderoso no es injusto en salvar un remanente y permitir que los demás se pierdan. Injusticia sería salvar a todos, aun a los que lo odian a Dios. 


Él no está por ningún motivo o circunstancia obligado a salvar a nadie, que Él no quiera salvar. Sin embargo, El Creador en su infinita misericordia y buena voluntad soberana decide tener misericordia de un remanente, debemos estar sumamente, eternamente agradecidos por eso.


"Porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos".

¿Quién de nosotros ha vivido una vida perfecta? ¿Quién de nosotros esta libre de pecado? — Nadie, desde que nacemos ya venimos manchados, infectados de ese virus llamado pecado, ¿Por qué debería Dios fijarse de nuestras buenas obras para salvarnos? Isaías 64:6 "Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran". ¿Por qué debería El Señor fijarse en algunos "buenos corazones"? No existe alguien como tal, de "buen corazón, aún el corazón mas santo de cualquier hombre está sucio, manchado, pervertido, corroído, si Dios mirara el corazón de cada uno de nosotros nos voltearía la cara con sumo asco, así que no nos gloriemos ni nos jactemos en decir que Dios ve el corazón del hombre; Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?. ¿Hay alguien que se jacte de decir, "yo, yo tengo un buen corazón limpio y puro ante, de, y para con Dios? ¿Quien levanta la mano el día de hoy?


Ningún ser humano de este planeta tierra es mejor que ese ladrón que juntamente estaba siendo crucificado con Cristo, yo menos, el que no es ladrón es adultero, o mentiroso, o blasfemo, idólatra, hereje, borracho, 1 Corintios 6:9-10, Gálatas 5:19-21, Efesios 5:5, Timoteo 1:10, Apocalipsis 21:8, Apocalipsis 22:15.


Mi pregunta es ¿Quién de nosotros los salvos no está en alguna de esas listas? — Nadie, absolutamente nadie, soy el primero en levantar la mano y decir he pecado más que ustedes.


Entonces entiendo que la salvación no es por obras, es un regalo de Dios, en el cual mis obras buenas o malas no tienen nada que ver. Gracias Señor, gracias que mi salvación no depende de mi mismo, gracias por que no está en mis manos, sino que está en manos del Padre y del Hijo, jamás permitirás que me pierda, jamás nadie me arrebatará de tus manos.
Efesios 2:8-9 "Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe".
Tito 3:5 "no por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia, nos salvó por el lavamiento de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo".
Juan 10:27-29 «Mis ovejas» oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; «y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano». Mi Padre que me las dio, mayor que todos es «y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre».


Infinitamente agradecido por los siglos de los siglos, amen y amen.


Ezequiel 18:25 ¿Es Dios injusto?Sagradas Escrituras 1569
Y si dijereis: No es derecho el camino del Señor, oíd ahora, Casa de Israel: ¿No es derecho mi camino? ¿No son vuestros caminos torcidos?



jueves, 28 de mayo de 2015

Adrian Rogers — La Oración Intercesora de Jesús

La oración intercesora de Jesús. Jesús está orando por usted. Su gran oración sacerdotal está en Juan 17:9. Esta fue la oración que él hizo por sus discípulos: ''Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque tuyos son". ¿Qué pidió Jesús al orar por sus apóstoles, por sus discípulos? "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno" (Juan 17:15).

Él dice: "Señor, no te pido que los lleves de inmediato al cielo, sino te pido que los mantengas alejados del maligno".

En Lucas 22:31, 32 Jesús le dijo a Simón Pedro: "Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearas como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle...". ¿Hizo Jesús alguna oración que no fuera contestada? ¡Claro que no! Él dijo:

"...Padre, te doy gracias porque siempre me oyes" (Juan 11:41). ¿Por qué? Él siempre oró para hacer la voluntad del Padre. Él siempre oró con fe. El pecado nunca estorbó su oración. Cada oración que hizo fue contestada, y oró por sus discípulos: "Padre, te pido que los guardes".

Jesús dijo: "Pedro, el diablo quiere zarandearte como al trigo. Yo vaya permitirle hacerla porque necesitas entender lo que hay en tu corazón. Necesitas entender que hay algo que debe salir. Vaya permitirle hacerla, pero he orado por ti para que tu fe no falle".

Y ese mismo Pedro que maldijo, juró y negó a Cristo, fue el flameante apóstol de Pentecostés que escribió dos libros del Nuevo Testamento. ¿Por qué? Porque Jesús oró
por él.

Usted puede decir: "Sí, seguro, por Pedro oraron, y también por Santiago, Mateo y el resto de ellos. Pero Jesús nunca oró por mí de esa manera". Bien, en Juan 17:20 Jesús dice: "Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos".

Simplemente escriba su nombre justo debajo del nombre de ellos porque él también pudo haber puesto allí su nombre. Jesús ha orado para que usted sea guardado. Esa es una oración que transciende los siglos y las edades.

Si él ha orado por usted, ¿recibirá respuesta su oración? ¡Claro que sí! Hebreos 7:25 dice: "Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios...".

"Salvar por completo". ¿Sabe lo que eso significa? Salvarlo hasta el fin porque él siempre está intercediendo por usted. El Señor Jesús hizo un trabajo completo en el Calvario. Él murió en la cruz y dijo: "¡Consumado es!" (Juan 19:30).

Pero el trabajo que no ha terminado es la intercesión. Jesús está orando por usted y por mí, y esa oración es respondida. Él dijo: "Padre, te doy gracias porque me oíste".

La omnipotencia de Dios.

Tomado del Libro "Lo Que Cada Cristiano debe Conocer" del Dr. Adrian Rogers

Adrian Rogers — Lo que cada Cristiano debe Conocer (Libro)

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En "Lo que cada Cristiano debe Conocer", Adrian Rogers nos introduce con una gran verdad, "lo que ignoramos puede lastimarnos".

De la misma manera en que las plantas necesitan de ciertos elementos esenciales para crecer, asi lo requieren los cristianos. Sin las verdades básicas de la fe, nunca establecerán raíces firmes que producirán fruto.

Capitulo 1. La Biblia es la Palabra de Dios

Explora las evidencias científicas de la Biblia, históricas, su coherencia u unidad maravillosa, las profecías cumplidas, la calidad eterna de la Palabra de Dios y su poder transformador.

En el Capítulo 2 y 3 Lo que cada Creyente debe Conocer acerca de la seguridad de su Salvación, y lo hace una manera práctica y contundente. La Seguridad eterna, la salud espiritual, la provisión del calvario, la oración intercesora de Jesús, la omnipotencia de Dios.

En los capítulos 4 y 5 Cada Cristiano debe Conocer cuando peca, por qué pecar es tan malo. Con tres definiciones claras: El Pecado ensucia el alma, el pecado domina la mente, y el pecado deshonra al Señor. Cómo también deprime el corazón y enferma el cuerpo.

Cómo enfrentar la tentación, la lucha espiritual, cuando cedemos y cómo sobeponernos por medio de Cristo.

En los siguientes capítulos de “Lo que Cada Cristiano Debe Conocer”, el Dr. Adrian Rogers comparte enseñanzas sobre el bautismo en agua, como conocer y discernir la voluntad de Dios, la fe y como alcanzarla, cómo ser lleno del Espíritu Santo y los dones espirituales, la oración y cómo entender la Biblia.

Sin lugar a dudas “Lo Que un Cristiano debe Conocer” es un libro muy completo y práctico para desarrollar una verdadera fe y un sostenido crecimiento de los creyentes que el Dr. Adrian Rogers supo plasmar tan magistralmente.

Adrian Rogers — La omnipotencia de Dios

La omnipotencia de Dios

Tengo hijos y nietos, y quiero decirle esto: Si alguien quisiera hacerles daño o alejarlos de su familia y del amor de sus seres queridos y destruirlos, si yo pudiera hacer algo lo impediría.

¿Eso tiene sentido para usted? Si yo pudiera, evitaría que eso pasara. Pero yo soy tan sólo un ser humano y no tengo todo el poder para evitarlo, pero Dios sí puede hacerla porque él es todopoderoso.

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos; para una herencia incorruptible, incontaminable e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros" (1 Pedro 1:3, 4).

Amigo, hay un tesoro reservado en la gloria para usted que los abogados no pueden tomar, la inflación no puede tocar, ni el diente roedor del tiempo, ni la descomposición pueden destruir. Está allí. Esa es su herencia. El versículo 5 dice: "que sois guardados por el poder de Dios...".

Usted es guardado por el poder de Dios. No es porque usted se aferra; es porque él lo sostiene a usted. La gente dice: "Sólo ore para que yo me mantenga fiel hasta el fin".

Bien, debemos orar los unos por los otros para ser cristianos fieles, pero no se trata de sostenernos nosotros mismos, es ÉL el que nos sostiene. Jesús dijo: "Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre" (Juan 10:28, 29). ¿Puede imaginarse un poder tan fuerte como para que pueda arrebatarlo a usted de las manos de Dios?

Algunas personas dicen: ''Yo creo que el diablo puede alejarnos de Dios". ¡Ah! ¿Usted cree eso? ¿Cree que el diablo lo puede alejar de Dios? Bien, entonces, si pudiera, ¿por qué no lo tiene él a usted? Piense al respecto.

¿No ha sido bueno el diablo con usted? Él tiene el poder, pero simplemente no lo ha hecho. Ahora, esa es una doctrina extraña ¿verdad? Ir al cielo por la bondad del diablo. ¡No, no, no! Usted va al cielo por la gracia de Dios, y la única razón por la que el diablo no lo ha arrebatado de las manos de Dios es simplemente porque no puede.

"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano [nadie puede hacerlo]" (Juan 10:27,28).

El poder de Dios nos guarda. Nunca crea que por estar eternamente seguro, no importa la manera como usted viva. Dios corregirá esa teoría en un instante disciplinándolo. "Porque el Señor disciplina al que ama..." (Hebreos 12:6). Eso una insensatez asumir que esta es una licencia para pecar.

Yo peco todo lo que quiera Algunas personas dicen: "Sí, yo creo en la seguridad eterna, sencillamente puedo ser salvo y pecar todo lo que quiera". Yo peco más de lo que quiero. Yo no quiero pecar. Nada me agradaría más que saber que no volvería a hacerla. Uno de estos días, cuando Dios haya terminado conmigo no volveré a pecar, cuando él me haya glorificado.

Y si usted aún desea pecar, entonces necesita arreglar sus cuentas con el Señor. Necesita nacer de nuevo. "...si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17)". Hay razones extraídas directamente de la Biblia para que usted pueda saber que está eternamente seguro.

Recuerde que ser salvo es estupendo. Pero es aún mejor ser salvo y saber que lo es, y todavía es más maravilloso saber que es salvo, estar seguro de que lo es y saber que nunca perderá su salvación.

Tomado del Libro "Lo Que Cada Cristiano debe Conocer" del Dr. Adrian Rogers

miércoles, 27 de mayo de 2015

En el ojo de la tormenta

En un momento de sufrimiento, podemos llegar a cuestionar los designios de Dios. Sin embargo, a menudo, los planes que Él tiene para ayudarnos, son más grandes que nuestro deseo de recibir alivio.

Las desgracias nunca vienen solas. Muchas veces, esta frase tan conocida nos parece una realidad. No importa cuántas promesas del Señor reclamemos, nos parece como que Él estuviera permitiendo que nos ahogáramos.
Pero una cosa es cierta: Ya sea que nuestras adversidades sean resultado de ataques espirituales, consecuencias de nuestras decisiones, o simplemente parte de vivir en un mundo caído, ellas tienen el potencial de revelar lo que creemos del Señor y de nuestro propósito en la vida. Por eso, es muy importante que nos centremos en Dios durante esos momentos, y dejemos que Él determine el modo en que debemos percibir nuestras circunstancias.


LEA Hechos 27.1−28.10
Antes de su peligroso viaje y su naufragio, el apóstol Pablo tenía una clara percepción del llamamiento de Dios. Aunque era un prisionero, su corazón estaba determinado a testificar en Roma, y parecía que Dios estaba preparando todo para hacer esto posible. El apóstol hasta había encontrado el favor de Julio, el centurión responsable de llevarlo allá.
Aunque la historia tiene un final feliz, tenemos que leer entre líneas para entender lo que implicó la experiencia: aparentemente, días interminables en el mar, sacudidas de la embarcación, hombres aterrorizados gritando en la cubierta, el agua inundando las tablas, y una carga lanzada al mar en la desesperación. Los prisioneros encadenados sabían que si la embarcación se hacía trizas, ellos serían los primeros en ahogarse. Por haber sobrevivido ya a tormentas y naufragios (2 Co 11.25-27), Pablo tenía la opción de, o bien utilizar el valor que había obtenido en esas experiencias, o bien acusar a Dios de crueldad.
Aunque el sombrío relato es interrumpido por el sueño profético del apóstol (en el que el Señor le aseguró que nadie moriría, y que él iría a Roma), estas palabras de ánimo fueron seguidas por otros doce días de circunstancias aterradoras. Es probable que hubo momentos en los que Pablo y su compañero de viaje, Lucas, pudieron haberse preguntado por qué Dios se estaba tomando tanto tiempo para cumplir la promesa de salvarlos. Estaban hambrientos, mojados hasta los huesos y agotados —la clase de sufrimiento físico que puede fácilmente destruir la confianza.
Aunque estuvieron aferrados hasta el final de la tormenta a la promesa de salvación que les había hecho el Señor, tuvieron que pasar más horas asidos de tablas rotas después del naufragio, y luchando en las frías aguas para llegar a la costa. Pero Dios estaba en acción. Es posible que Pablo y Lucas hayan sido los únicos cristianos a bordo, pero el Señor también cuidó de las vidas de los demás prisioneros y de los soldados romanos. Es claro que Él estaba actuando, de manera particular, en el corazón de Julio. Durante esas tenebrosas semanas en el mar (y de los meses siguientes que pasaron en Malta), los dos cristianos tuvieron la oportunidad de compartir y vivir de verdad el evangelio delante de esa audiencia poco común.
Cuando Pablo fue mordido por una serpiente después de estar todos finalmente a salvo en tierra, Julio y los demás debieron de haberse preguntado por qué Dios permitía que el apóstol tuviera tan terrible final, especialmente después de todo lo que había pasado. Pero Pablo parecía casi indiferente. Había pasado por tantas cosas y conocido tan profundamente la fidelidad de Dios, que nada externo podía perturbarlo. El largo vía crucis era, en esencia, una ilustración del mensaje que él había escrito a la iglesia en Roma: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Ro 8.35, 37). Esta verdad lo ayudó a sobrevivir triunfantemente, y lo situó en el centro de los grandes planes redentores de Dios.


REFLEXIONE Y EXPLORE
Medite y examine lo siguiente:
• Cuando nos rendimos a la vida y a la obra de Cristo en nosotros, aun cuando eso implique sufrimiento, su gloria se revela más en nuestras vidas. Esto es cierto, ya sea que comprendamos o no la magnitud de su poder y su hermosura.
Lea 2 Corintios 4.7-18 y Juan 3.29-31. ¿Qué había detrás del gozo que Pablo y Juan el Bautista experimentaban al sacrificarse para que los demás pudieran conocer a Cristo?
• Dios está siempre obrando para dar redención y transformación.
Lea Juan 12.23-26. Aunque este pasaje se refiere a la muerte de Jesús, ¿qué verdad comunica la imagen de una semilla que “muere” sepultada en la tierra?
• A pesar de que Jesús tomó sobre sí mismo en la cruz un sufrimiento inimaginable, Él nunca perdió de vista el gozo que vendría después.
Lea Hebreos 12.1-3. ¿Cómo afecta el pensar en lo que hizo Jesús, la comprensión que usted tiene de cómo puede Él estar obrando en medio de las pruebas que usted enfrenta?


RESPONDA
Conteste las siguientes preguntas y, de ser posible, escriba sus pensamientos.
• ¿Qué le está diciendo Dios a usted por medio de este estudio?
• ¿Qué preguntas tiene sobre lo que ha aprendido? Pídale al Señor que le dé una comprensión mayor por medio de la oración y estudio de su Palabra, y que le ayude a estar atento a lo que Él le muestre en los próximos días.
• Escriba una oración de respuesta a Dios.

Charles Stanley — Cómo confrontar sabiamente la tentación

Lecciones practicas para entender la palabra de Dios

PASAJE CLAVE:   1 Corintio 10.13 | LECTURAS DE APOYO: Mateo 4.1-8; 5:28 | Jua 10.30 | Santiag 1.13| Hebreo 13.5
En este mensaje, Charles Stanley explica lo que es la tentación y cómo funciona. El enemigo se esfuerza para incitarnos a dejarnos llevar por nuestros deseos, más allá de los límites fijados por Dios; por invitarnos a desobedecer a Dios; y para que nos rebelemos contra Él y hagamos nuestra voluntad.
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Charles Stanley - Cómo confrontar sabiamente la tentación

Notas del Sermón


INTRODUCCIÓN
Los seres humanos hemos confrontado la tentación  desde los tiempos de Adán y Eva.

Inclusive Jesús fue tentado mientras anduvo en este mundo, pero solo Él pudo resistir las tentaciones en todo momento. Aunque ninguno de nosotros puede pretender hacer lo mismo, Dios no nos deja solos para enfrentar los ataques del diablo. Nos ayuda a mantenernos firmes, al darnos el poderoso versículo bíblico que hallamos en 1 Corintios 10.13: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. Si deseamos responder sabiamente ante la tentación, debemos añadir esta porción bíblica a nuestra armadura de protección.


DESARROLLO DEL SERMÓN 
La tentación  puede ser definida como una invitación a ir más allá de los límites que Dios ha trazado para nuestra vida.

Por ejemplo, amar a otra persona  es algo bueno,
pero la lujuria es un sentimiento egoísta que va más allá de los límites que el Señor ha establecido para nosotros. La tentación  es básicamente una invitación a desobedecer a Dios y a rebelarnos  a su voluntad, para así hacer la nuestra.

 El origen de la tentación

Casi siempre culpamos a otros cuando nos rendi- mos ante la tentación. De hecho, hay quienes cul- pan a Dios, pero la tentación  nunca proviene de Él. Santiago 1.13 nos dice: “Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie”.
Es Satanás quien nos tienta y quien hace uso de
otras personas  para alejarnos de la voluntad de Dios. Sin embargo, no podemos  declarar que Satanás nos ha hecho pecar, pues somos nosotros los que nos rendimos  ante la tentación.


La naturaleza de la tentación

  •  Es común para todos. Aunque no todos somos vulnerables en las mismas áreas, nadie está exento de ser tentado.
  • Se forma de la fantasía y de aquello que vemos. Comienza como un pensamiento y progresa  cuan- do nos imaginamos participando en aquello que no es del agrado de Dios.
  • Es diferente a las pruebas. El diablo nos tienta para hacer lo que es malo y que así nos alejemos de Dios. Las pruebas  son usadas por el Señor para fortalecernos.


Ideas falsas acerca de la tentación

Sabemos que cada área de cautividad  puede traer consecuencias adicionales.
  • La tentación  no es pecado. La vida de Jesús  nos lo demuestra.  Aunque fue tentado, nunca llegó a pecar (Mt 4.1-8). No siempre tenemos  control sobre los pensamientos que llegan a nuestra  mente, pero podemos  escoger entre dejarlos ir o retenerlos.
  • No somos empujados hacia la tentación. El ene- migo no nos empuja hacia su trampa, ni tampoco caemos en ella de manera accidental. Aunque somos incitados  por el diablo, o influenciados por otras personas, la decisión de salirnos de la volun- tad de Dios es solo nuestra.
  • El Señor no se ofende cuando somos tentados. Sabe que las tentaciones llegarán a nuestra  vida desea que las usemos como advertencias que nos indican el camino por el cual ir.
  • No siempre podemos huir de ellas. En ocasiones, huir de la tentación  es la mejor opción, pero veces esto es imposible de lograr. Por eso debemos edificar nuestras  defensas para no ceder ante las tentaciones.

El proceso de la tentación

Debemos entender la manera en que funciona la ten- tación para así poder defendernos de ella.

  • Pensamientos. Todo comienza con un pensamien- to tentador  que entra en nuestra  mente.
  • Imaginación. Nos imaginamos lo que sentiremos al realizar lo que deseamos. Aunque no hemos actuado, lo vivimos en nuestra  mente.
  • Meditación. Una vez que hemos descubierto pla- cer en cuanto a ese asunto, pensaremos en ello más frecuentemente.
  • Voluntad. Mientras consideramos si debemos  o no continuar con ese pensamiento, nuestra  voluntad se ve envuelta.
  • Decisión. Eventualmente tendremos que tomar la decisión de continuar por el camino peligroso o de alejarnos de él.
  • Consentimiento. Es en ese punto que nos rendi- mos ante la tentación.
  • Pecado. Desobedecemos al Señor.

El poder de la tentación  sexual

La tentación  sexual es tan poderosa, porque es un ofrecimiento  engañoso de placer inmediato  sin con- secuencias.  Si no lo rechazamos  desde el comienzo, seguirá creciendo hasta llegar a ser un gran pro- blema. Esta tentación  comienza como una pequeña chispa, pero pronto llega a ser una poderosa  llama, hasta que se convierte en un infierno en erupción. Una vez que nos hemos rendido ante el deseo, nos hemos debilitado para la próxima tentación.


Cómo proteger las áreas vulnerables

Un aspecto importante en relación con este tema es el saber reconocer y proteger  nuestros puntos débiles. Lo primero que debemos  hacer es decidir aquello que no tendrá parte en nuestra  vida. Luego debemos descansar en la promesa que Dios nos ha hecho de poner límites a las tentaciones (1 Co 10.13). Y final- mente, tenemos  que tomar en cuenta las consecuencias de nuestra  desobediencia.

Cómo proteger las áreas vulnerables

Hay ciertos pasos que debemos  dar para confrontar sabiamente la tentación:
  • Seamos responsables. Somos responsables por lo que hacemos con las tentaciones.
  • Pongamos nuestra mirada en lo que es impor- tante. La tentación  nos invita a mirar solo lo que tenemos  delante, pero Dios desea que veamos las consecuencias que podríamos  sufrir.
  • Identifiquemos nuestros puntos débiles. Reconozcamos esas áreas vulnerables que podrían llegar a ser blancos fáciles para Satanás.
  • Visualicémonos haciendo lo que es correcto. En vez de fantasear  con el pecado, imaginémonos haciendo  lo que es del agrado de Dios.
  • Seamos responsables ante otros. Busque a un amigo en el que confía, y contáctelo  cuando se sienta tentado.
  • Lea la Palabra de Dios. No podrá defenderse ante los ataques  del enemigo si no conoce las Sagradas Escrituras.
  • Haga de la oración una parte vital de su vida. Es al conversar  con el Señor cada mañana  que somos fortalecidos y preparados para enfrentar  los ata- ques diarios de Satanás.

REFLEXIÓN

n ¿Cuál es la tentación  más poderosa  que hoy enfrenta? ¿De qué manera la ha confrontado?
n ¿Cuáles son las áreas más vulnerables de su vida?

¿Qué
hará para defenderse cuando sea tentado?

n Si considera  las tentaciones que más frecuente- mente enfrenta, ¿qué debe hacer de antemano para ser fortalecido y poder resistirlas?