sábado, 4 de julio de 2015

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere


Juan 6:44
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

Cada vez que tu escuchas una predicación es Dios mismo quien te está llamando, la persona que predica es el medio que Dios utiliza para hacer llegar Su Santa Palabra. Cada predicación que has escuchado o cada artículo que hayas leído sobre la salvación ha sido Dios buscándote. 

Si aun no eres salvo debes saber que la única manera que puedas llegar a los pies de Cristo es que el Padre te traiga a el mismo, Él te atrae hacia Él mismo, tu nunca tendrás mérito en haber llegado a conocer a Cristo "por tu propia cuenta", jamás llegues a tratar siquiera de decir "yo busqué a Dios" dado que es Él quien vino a buscar y salvar lo que se había perdido: Lucas 19:10 

¿Entonces tienes que esperar sentado a que Dios te traiga a Él? — No. Lo que tienes que hacer es arrepentirte, debes arrepentirte de todo corazón por tu condición pecaminosa, debes arrepentirte por que has ofendido a Dios durante toda tu vida, debes arrepentirte y adoptar la actitud de odiar el pecado, debes buscar a Dios de todo tu corazón. Amigo si eso ha empezado en tu vida, es que ya eres salvo. No necesitas arrepentirte y odiar el pecado para ser salvo, sino que si ese sentir, esa nueva mentalidad ha nacido en ti, es por que ya eres salvo. 
Hechos 3:19, Ezequiel 33:11, Marcos 1:15, Lucas 24:47, Mateo 3:2, Lucas 13:3

Si ya eres salvo debes saber que eres salvo por que Dios te atrajo hacia el mismo, Dios te buscó, te halló y te salvó. Tampoco tu que ya eres salvo puedes decir siquiera; "yo he buscado a Dios por mi propia cuenta", nosotros que ya somos salvos venimos a los pies de Cristo por que Dios puso en nuestro corazón la capacidad para buscarlo de todo corazón. No podríamos buscar a Dios como debe ser si Él no hubiese cambiado el corazón viejo que teníamos de piedra, por uno de carne, simple y sencillamente seguiríamos endurecidos e incapacitados para poder responder al llamado. 
Jeremías 29:13, Ezequiel 36:26. 

por: Diego Armando

No hay comentarios:

Publicar un comentario