jueves, 21 de mayo de 2015

John Piper‬ — Cuando estoy ansioso
















*Cuando me siento ansioso por alguna aventura nueva y riesgosa o una reunión, enfrento dicha con una de las más comunes promesas: Isaías 41:10. “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”. 
* Cuando estoy ansioso por mi inútil y vacío ministerio, batallo contra la incredulidad con la promesa de: Isaías 55:11 “Así es será mi palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos”.
* Cuando estoy ansioso por sentirme débil para realizar mi trabajo, batallo contra el escepticismo con la promesa de Cristo: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” 
*Cuando estoy ansioso por decisiones que debo tomar para el futuro, batallo con la promesa, “Te haré entender, y te ensañaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. Salmo 32:8 
*Cuando estoy ansioso por el bienestar de aquellos que amo, enfrento dicha incredulidad con: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 
* Cuando estoy ansioso porque estoy enfermo, enfrento dicha incredulidad con: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová. Y con temor tomo la promesa: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado Romanos 5:3-5 
*Cuando estoy ansioso por pensar en mi vejez, batallo contra la incredulidad con la promesa: “Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.” Isaías 46:4 
*Cuando estoy ansioso por la muerte, batallo con el escepticismo con la promesa:”Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para Sí. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para que ser Señor así de los muertos como de los que viven.” Romanos 14:7-9 
*Cuando estoy ansioso porque podría desviarme de la fe y apartarme de Dios, batallo contra la desconfianza con las promesas: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;” Filipenses 1:6 “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Hebreos 7:25 
El origen de la ansiedad es también el origen de muchos otros pecados. Mantengamos nuestra mirada fija sobre las valiosas y muy grandes promesas de Dios. Tome la Biblia, pídale ayuda al Espíritu Santo, guarde las promesas en su corazón y luche por lo bueno por vivir con fe en la gracia venidera.

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