miércoles, 19 de agosto de 2015

Ryle Sobre la Santificación Pasiva


por Jesse Johnson

El debate actual acerca de la santificación (¿La santidad no viene a través del esfuerzo personal, o "relajarse" es el mejor enfoque para la santificación y confiar más en Dios?) casi no se limita a esta época. JC Ryle peleó las mismas batallas hace más de 100 años. Aquí están sus comentarios sobre la idea de que somos santificados en la misma forma en que somos justificados:


“Me pregunto si es prudente hablar de la fe como la única cosa necesaria, y lo único que se requiere, como muchos parecen hacer hoy en día en el manejo de la doctrina de la santificación. ¿Es sensato proclamar de manera pura, desnuda y sin reservas como lo hacen muchos que la santidad de las personas convertidas es por la fe solamente, y no a todos por el esfuerzo personal? Es de acuerdo a la proporción de la Palabra de Dios? Lo dudo.

Esa fe en Cristo es la raíz de toda santidad, el primer paso hacia una vida santa es creer en Cristo, que hasta que creemos no tenemos ni un ápice de santidad, que la unión con Cristo por la fe es el secreto tanto del principio a ser santos y continuamente santos; que la vida que vivimos en la carne, tenemos que vivirla en la fe del Hijo de Dios, que la fe purifica el corazón, que la fe es la victoria que vence al mundo, que por la fe los ancianos obtuvieron un buen informe –todas estas son verdades que el cristiano no bien instruido jamás pensará en negar. Pero seguro que las Escrituras nos enseñan que al seguir la santidad el verdadero cristiano necesita el esfuerzo personal y trabajo, así como la fe. El apóstol mismo que dice en un solo lugar, “la vida que yo vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios”, dice en otro lugar, “peleo”, “corro”, “Golpeo mi cuerpo”, y en otros lugares, “limpiémonos”, “Procuremos”, “Vamos despojémonos de todo peso.”

¡Por otra parte, las Escrituras en ningún lugar nos enseñan que la fe nos santifica en el mismo sentido y de la misma manera que la fe nos justifica! La justificación de la fe es una gracia que “no obra”, sino confía simplemente, descansa y se apoya en Cristo (Romanos 4:5). La fe santificadora es una gracia de la cual la vida misma es acción: la fe que obra por amor”, y, como un resorte, mueve todo el hombre interior” (Gal 5:6) …

Sin polémica, en la cuestión de nuestra justificación ante Dios, la fe en Cristo es la única cosa necesaria. Todos lo que simplemente creen están justificados. La justicia es imputada “al que no obra, sino cree” (Rom 4:5). Es bíblico y correcto decir: “La fe sola justifica.” Pero no es igualmente bíblico y correcto decir: “La fe sola santifica.” La frase requiere una cualificación muy grande. Un hecho suficiente. Con frecuencia se nos dice que el hombre es “justificado por fe sin las obras de la ley” por San Pablo. Pero ni una sola vez se nos dice que somos “santificados por la fe sin las obras de la ley.”

Más tarde, Ryle añadido esto, de nuevo parece muy oportuno:

Debo despreciar, y lo hago en amor, el uso de términos groseros y novedosos y frases sobre la enseñanza de la santificación. Les suplico que un movimiento en favor de la santidad no puede promoverse mediante una nueva fraseología, acuñado, o por las declaraciones desproporcionadas y unilaterales, o por exceso de esfuerzo y aislamiento de los textos particulares, o al exaltar una verdad a expensas de la otra… y al agotar los significados que nunca el Espíritu Santo puso en ellos… la causa de la santificación verdadera no es ayudada, sino obstaculizada, por armas como éstas. Un movimiento en favor de la santidad que produce conflictos y disputas entre los hijos de Dios es algo sospechoso.

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