Charles Simeon (calvinista) y John Wesley (arminiano) se encuentran y nos dejan un ejemplo a seguir...
Te diré algo Charles Simeon es un hombre del cual podríamos aprender, aquí está Charles Simeon (calvinista) quien se ve cara a cara con John Wesley (arminiano) ¿Puedo leértelo?
Charles Simeon: “Señor, entiendo que a usted se le llama un Arminiano, y a mí a menudo me llaman un Calvinista; por lo tanto, entiendo que debemos sacar nuestras espadas. Pero antes del comienzo de la batalla, con su permiso le haré algunas preguntas… Disculpe, buen señor, ¿se siente usted una criatura depravada, tan depravada que nunca hubiera contemplado voltear su rostro a Dios, si Dios no hubiera puesto esa disposición en su corazón de antemano?”
John Wesley: “Sí,” contesta el veterano, “definitivamente soy una criatura depravadísima y no puedo hacer nada por mi propia disposición.”
Simeon: “Y ¿se siente usted inquieto al recomendarse a sí mismo a Dios por su propio mérito, o busca usted la salvación sólo por la sangre y justicia de Jesucristo?”
Wesley: “Sí, no hay otro camino a la salvación que no sea por Cristo.”
Simeon: “Pero suponemos, mi apreciado señor, que usted fue salvado primero por Cristo, ¿no necesitará usted salvarse luego por obras?”
Wesley: “No, Cristo salva desde el principio hasta el fin.”
Simeon: “Si admite usted que Dios volteó el rostro de usted a Él por medio de la gracia, ¿seguirá usted el camino estrecho de la salvación por sus propios esfuerzos?”
Wesley: “No.”
Simeon: “Entonces ¿será usted guiado a cada hora y a cada minuto como un bebé en los brazos de su madre?”
Wesley: “Sí, así me guiará Dios.”
Simeon: “Y ¿está toda su esperanza de llegar al Lugar Santísimo envuelto en la gracia y misericordia de Dios?”
Wesley: “Sí, toda mi esperanza está en El.”
Simeon: “Entonces, señor, con su permiso guardaré de nuevo mi espada, porque éste es mi Calvinismo, ésta mi elección, mi justificación por fe, mi perseverancia final; en fin, es en sustancia todo lo que creo, y así lo creo; y, por lo tanto, en vez de buscar términos y frases que nos separen, busquemos mejor aquellas cosas en las cuales estamos de acuerdo.”
Fuente: Charles Simeon y John Wesley, conversación anotada el 20 de diciembre de 1784 en el Diario de Wesley.
Que Dios nos ayude, porque cuando una actitud como esta no es verdad en ti, tu has hecho de tu teología, tu has hecho de tu posición doctrinal, in ídolo. Las doctrinas de la gracia nos hacen más humildes, no nos envanecen, y si te estan envaneciendo, tú las convertiste en algo en lo que Dios nunca tuvo intención que sean, la soberanía de Dios nos hará las personas más humildes en la faz de la tierra, si realmente entendemos todas estas cosas correctamente, Dios nos ayude a ser como Charles Simeon.
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