lunes, 21 de septiembre de 2015

Misericordia


"Es por las misericordias del SEÑOR que no somos consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.  Lamentaciones 3:22"


Oh bendito Señor, si no fuese por ese atributo tuyo, la humanidad solo recibiría su justo pago por sus ofensas diarias ante ti.

Pecador, el Señor Dios ha mostrado Su misericordia para contigo también, hasta hoy Él ha sido misericordioso y justo para contigo. Él ha hecho llover y salir el sol sobre todos los seres humanos sin excepción. Hasta incluso, puede que te haya prosperado humanamente más que muchos de Sus hijos.

Debes saber pecador, que si no te arrepientes y clamas por misericordia mientras vivas no habrá más misericordia para ti después de la muerte. Está escrito que una sola vez mueran los hombres y después de esto el juicio. ¿Por qué esperar hasta que ya no haya vuelta atrás? ¿Por qué esperar a que El Señor te diga, "apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles", oh amigos, oh queridos familiares, después de haber sido dicha frase lo único que te espera es una agonía eterna, sufrimiento eterno. Nadie podrá detener Su santa mano descargando Su ira sobre ti.

Si Dios apartará Su mano, si Él decidiera apartar Su misericordia en este preciso instante, ni el poder de un tsunami, tifón, o terremoto se podrá comparar ante el barrido que El Señor provocaría. En un solo instante cada pecador que ha rechazado al Señor Jesucristo tendría una espada flameante sobre sí a punto de hacerlo añicos.

Arrepiéntete y clama, tómate en serio esta advertencia, no creas que Dios podrá ser burlado en aquél día, no creas que te podrás escabullir y entonces poder entrar a la fiesta de bodas que Él tiene preparado con Su iglesia. Inmediatamente
serás reconocido y se te dira " ``Atadle las manos y los pies, y echadlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes".

Se parte de los invitados a la fiesta de bodas y no de los condenados al castigo eterno. Deja de menospreciar la Preciosa Sangre, acércate a Dios HOY,

pues El dice: en el tiempo de propicio te escuché, y en el día de salvación te socorrí. He aquí, HOY es el tiempo propicio; he aquí, HOY es el día de salvación.

Mateo 5:45, Hebreos 9:27, Mateo 25: 31, Mateo 22:13, 2 Corintios 6:2

por: Diego Armando

No hay comentarios:

Publicar un comentario