jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Humanismo o Cristianismo?... por Paris Reidhead


El cristianismo dice: El fin de todo ser humano es la gloria de Dios. El humanismo dice: El fin de todo ser humano es la felicidad del hombre. Uno nació en el infierno: la deificación del hombre. El otro nació en el cielo: la glorificación de Dios...


Este postulado filosófico que establece que el fin de todo lo que existe es la felicidad humana ha sido cubierto con términos evangélicos y doctrinas bíblicas… hasta Dios reina en los cielos para la felicidad del hombre, Jesucristo se encarnó por la felicidad del hombre, todos los ángeles existen y todo es para la felicidad del hombre, te declaro que todo eso es anti-cristiano.


¿No es el hombre feliz? ¿Está buscando Dios que el hombre sea feliz? ¡SÍ! Pero es un sub-producto y no el producto principal.


Esta es la traición de los siglos. Y es la traición en la que vivimos. Yo no veo como Dios puede avivarnos hasta que no volvamos al cristianismo. Esto e perpetrado en nuestra generación en nombre de Cristo.


Yo he hablado con gente que no tiene garantía de que sus pecados fueron perdonados. Ellos quieren sentirse salvados antes de estar dispuestos a comprometerse con Cristo. Pero yo creo que los únicos a los que Dios hoy en día testifica por Su Espíritu que han nacido de Él, son las personas, que más allá que lo digan o no, vienen a Jesús diciendo algo como esto:
“Señor Jesús, voy a obedecerte, amarte, servirte y hacer lo que tú quieras que haga a lo largo de mi vida, incluso si me mandas al infierno en el final del camino. Simplemente porque tú eres digno de ser amado, obedecido y servido, y yo no estoy tratando de hacer un trato contigo”


¿Por qué una persona debería venir a la cruz? ¿Por qué una persona debería abrazar la muerte con Cristo? ¿Por qué una persona debería estar dispuesta a identificarse con la cruz y la tumba?

¡Te diré por qué!

Porque es la única manera en que Dios puede obtener gloria de un ser humano…

Hay una sola razón para ti de ir a la cruz, querido joven, y es que hasta que tu no vayas al lugar de unión con Cristo en su muerte tú estás defraudando al Hijo de Dios por la gloria que él debería estar recibiendo de tu vida. Y hasta que tú no entiendas la obra de Dios de santificación por el Espíritu Santo llevándote en unión con Cristo en Su muerte, entierro y resurrección, tú lo has servido sólo con lo que tú tienes, y todo lo que tú tienes es eso que está bajo sentencia de muerte: personalidad humana, naturaleza humana, fuerzas humanas y energía humana. Y Dios no obtendrá gloria de nada de eso.


Por tanto, la razón para que tu vayas a la cruz no es para que tú obtengas victoria (aunque obtendrás victoria)… no es para que tú obtengas gozo (aunque lo obtendrás)… sino que la razón para que abraces la cruz es para que llegues a testificar como Pablo: “Estoy juntamente crucificado con Cristo”. No se trata de lo que tú vas a obtener sino de lo que él va a obtener. Para la gloria de Dios. ¡Que el Cordero que fue inmolado reciba la recompensa por su sufrimiento!


Voy a decirte, querido amigo, si estás por allí sin Cristo: Ven a Jesucristo y sírvele el resto de tu vida, sin importar si al final del camino te vas al infierno; ¡hazlo, sólo porque Él es digno!


Y te digo a ti, amigo cristiano: Ven a la cruz a unirte con Él en su muerte y entra a todo lo que significa morir para que Él pueda tener gloria.

Te digo a ti, querido cristiano: Si no conoces la plenitud del Espíritu Santo, ven y presenta tu cuerpo como sacrificio vivo, y deja que Él te llene, para que en ti se cumpla el propósito de su venida y Él sea glorificado a través de tu vida.

No es lo que tú estés yendo a obtener de Dios… es lo que Dios vaya a extraer de ti.


© Por Diego Armando. Mi Fuerza Es Jesús. Usted puede reproducir y distribuir este material, las veces que usted quiera hacerlo sin necesidad de pedir autorización, siempre y cuando sea sin fines de lucro, y sin alterar su contenido. (Mateo 10:8).

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